Segundas vueltas, botellas, extremismo… Lo que las elecciones en Francia nos enseñan sobre RD

Este domingo 23 de abril será la primera ronda de las elecciones generales en Francia. Mientras mi feed de podcasts y noticias internacionales se llena de distintos análisis de cómo estas elecciones son diferentes, de cómo el futuro de Francia y Europa esta en juego, y de cómo nuestro entendimiento del ‘Political Establishment’ de Francia podría cambiar en base a los resultados de la primera ronda, no puedo evitar comparar mentalmente este escenario electoral con el de la República Dominicana.

 

Sí, ya lo sé, es una comparación que parecería inadecuada y fuera de contexto. Comparing apples and oranges, como dicen en inglés. Francia es un país más desarrollado económicamente, con instituciones funcionales y una firme tradición democrática. Los asuntos que constituyen tema de debate pertenecen incluso a lo que podría fácilmente ser considerada otra dimensión política. El pueblo va a las urnas no sólo a elegir un candidato sobre otro, sino a mostrar una preferencia ideológica de lo que mejor se corresponde con su visión de Francia.

 

Sin embargo, quise aprovechar estas elecciones de un país Occidental ‘avanzado’ para utilizar un nuevo lente con el cual analizar y reflexionar sobre el sistema político Dominicano. Puede que el sentimiento de que ‘todos los políticos son iguales’, ‘prometen y no cumplen’, ‘dicen lo que sea para que los elijan’, ‘sólo toman el dinero del pueblo’, ‘sólo están interesados en el poder’, sean comunes a través de mundo. Puede que los votantes sean susceptibles a las mismas limitaciones y fallos cognitivos en cualquier país. Puede que ninguna democracia sea 100% perfecta y muchas decisiones tiendan a seguir intereses particulares.

 

Pero hay democracias y democracias.

 

El hecho de que nuestro sistema electoral siga el mismo modelo Francés en cierto modo facilita la comparación. Con sistema electoral me refiero a un sistema mayoritario a dos vueltas, donde para ganar, un candidato necesita el 50% + 1 de los votos. Si esto no es obtenido en la primera vuelta, los dos candidatos con mayor número de votos pasan a una segunda vuelta. El candidato que obtenga la mayoría de votos en esta segunda vuelta gana la Presidencia.

 

La expectativa para el próximo domingo no es que para el fin de la jornada se sepa quien será el próximo (o la próxima) Presidente, sino más bien que se sepa cuales candidatos pasarán a la segunda vuelta. Inicialmente se predecía sería entre Fillon (centro-derecha) y LePen (extrema derecha). Luego del ‘escándalo’ de corrupción en el cual Fillon se vió involucrado, la predicción pasó a ser LePen vs. Macron (centro, independiente), y bueno, algunos analistas consideran que es una carrera abierta y que cualquiera de los 5 candidatos más populares podría pasar a segunda vuelta. Lo que quiero resaltar con esto es que se espera que ocurra una segunda vuelta. Es para lo cual existe el sistema en primer lugar.

 

 

La ultima vez que en la República Dominicana hubo una segunda vuelta fue en el 1996, cuando el PLD y el PRSC se aliaron en el ‘Frente Patriótico’ para evitar que Peña Gómez ganase la presidencia en la segunda vuelta (las razones de dicha alianza bordean en el asunto de las relaciones Dominico-Haitianas y el racismo en el país, pero bueno, eso es tema para otro análisis…). Las elecciones siguientes (2000) debieron de haber ido a segunda vuelta, ya que ningún candidato obtuvo el 50% de los votos. Sin embargo, a falta de una nueva alianza, el candidato que quedó en segundo lugar concedió derrota sin necesidad de incurrir la segunda vuelta, ya que el país ‘no aguantaba’ una segunda vuelta. Esto debió de resultarle en un buen karma ya que 17 años despues, se encuentra en el segundo término de su mandato.

 

¿Un acto noble y sensato? Quizás. Pero también una muestra de cómo los dominicanos no podemos seguir nuestras propias reglas. De cómo no podemos anticipar el posible costo (económico, político, hasta emocional!) de una segunda vuelta, de cómo lamentablemente esta segunda vuelta ha pasado a ser la excepción y no la regla.

 

En las elecciones siguientes (2004, 2008, 2012, 2016) la segunda vuelta no fue ni siquiera necesaria, ya que en todas, el PLD obtuvo el requerido 50% + 1. De hecho, en las elecciones del 2016 incluso obtuvo más de un 60% en primera vuelta! El sueño de cualquier incumbente que busca la reelección…

 

¿Que el PLD haya realizado un buen trabajo que le haya ganado el apoyo de la mayoría de los Dominicanos durante 16 años consecutivos? Quizás. Pero también una muestra de la inefectividad de la oposición y de que nuestro país se rige por el siguiente axioma: poder político = corrupción = dinero = votos.

 

La corrupción en RD se ha convertido en un given del panorama político. No es quién es corrupto, sino quién es más o menos corrupto. Cuestionar este paradigma es ser automáticamente catalogado como ingenuo.

 

Pero, ¿cómo luciría una alternativa? Tan sólo hay que ver lo que le pasó a Francois Fillon en estas elecciones Francesas. Habiendo servido como Primer Ministro desde el 2007 hasta el 2012 durante el gobierno de Sarkozy, y tras ganar las primarias de los Republicanos (partido Francés de centro-derecha), Fillon se perfilaba como el virtual ganador de la contienda. Social conservador, con previa experiencia política y buenos vínculos con el establishment, la elección entre él y Marine LePen (candidata de extrema derecha cuyas políticas son consideradas radicales en Europa), en una posible segunda vuelta sería bastante clara.

 

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François Fillon

 

¿Qué le pasó a Fillon? ¿Por qué las encuestas dejaron de favorecerle? Porque empezó ser investigado por las autoridades debido a acusaciones de diversión de fondos a su esposa y sus dos hijos. Se alega que su esposa recibió €900,000 del gobierno por un fake job como su ‘Asistente Parlamentaria’ -una botella, como se dice en buen dominicano. Se alega también que sus hijos recibieron alrededor de €84,000 del gobierno en otras botellas, entre otras irregularidades y macos.

 

Es decir, bastaron las acusaciones de corrupción y el inicio de una investigación para acabar con el prospecto de que ganase la Presidencia (por lo menos de acuerdo a las encuentas hasta el momento, pero la confirmación de si la carrera política de Fillon llegó a su fin por este hecho o no se sabrá luego de los resultados de mañana y de su investigación criminal). ¿Quién será el Fillon de RD? Ese político que finalmente caiga por sus actos corruptos. Ni siquiera han concluido las investigaciones ni se ha dado a conocer el veredicto, pero los votantes saben que donde hay humo…

 

La mancha que ha dejado este acto de corrupción (que en RD bien pudiera ser visto como el pan nuestro de cada día) le ha abierto el camino a la presidencia a Emmanuel Macron. Centrista, independiente, joven (relativamente para un Presidente, con 39 años), con un currículo que incluye banca de inversión y Ministro de Economía y Finanzas, es uno de los preferidos por el international media para ir a una segunda vuelta.

 

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Emmanuel Macron

 

He aquí la fortaleza de estas instituciones democráticas, donde un candidato independiente, sin siquiera el apoyo inicial de un partido político, tiene un prospecto realista de ganar. Una candidatura que no dependió de las maquinaciones a lo interno de un partido sobre quién es el próximo en la fila. Una candidatura que inicialmente podría parecer un riesgo para el país, pero que se ha convertido en la unica alternativa viable ante los candidatos de los extremos. ¿Quién será el Macron de RD? Esa nueva cara inesperada de la política, con ideas claras y una agenda equilibrada. ¿Quién presentará una oposición creíble a los partidos que no merecen la oportunidad de gobernarnos nuevamente?

 

Y bueno, cómo no hablar de Marine LePen. Ha defendido la colonización francesa. Ha movilizado el país alrededor de un mensaje de ‘Francia para los Franceses’, prometiendo sacar a Francia de la Unión Europea, amenazado con un freno total de la inmigración, y defendiendo la intolerancia religiosa. Ahora las encuestas señalan que su paso a la segunda vuelta es casi inminente, y el prospecto de su presidencia es la pesadilla de los eurófilos liberales. Por suerte, la retórica política dominicana no ha llegado a esos extremos. Aún así nos puede servir de ejemplo, como un tipo de realidad distópica de la cual no estamos necesariamente exonerados.

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Marine LePen

 

Es decir, es solo una cuestión de tiempo antes de que algún político decida beneficiarse de tensiones raciales o culturales en el país. Muchos ven a Haití como una bomba de tiempo a espera de un nuevo caos político, económico, o ecológico que se haga sentir en nuestra mitad de la isla de una forma u otra. No somos un pueblo que necesariamente crea en el valor de la diversidad, y se nos hace fácil decidir y condenar arbitrariamente lo que va en contra de nuestros valores cristianos. Estas precondiciones sólo necesitan combinarse con algún futuro deterioro económico de algunos sectores, y… voilà! Tierra fértil para un candidato de extrema derecha en RD con prospectos a ganar la presidencia.

 

Quisiera no tener ni que hacer la pregunta de quién será el o la LePen de RD. Quizás, con un poco de suerte tampoco lo tenga que llegar a ver.

 

 

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